La práctica del Tarot

La práctica del Tarot El Tarot puede utilizarse como una clave para interpretar las imágenes y las situaciones de nuestro mundo espiritual. Cada carta que sacamos refleja un aspecto de nuestro estado mental interior en un momento concreto. La carta muestra el aspecto espiritual que prevalece en un momento dado. La mano que busca entre las cartas se ve atraída por la energía de la imagen que, a su vez, responde a la llamada de la guía interior. Nunca son las cartas del Tarot las que nos dan la respuesta. Ésta siempre la recibimos de nuestra sabiduría interior. Las imágenes sólo sirven como ayuda o medio para facilitar el acceso intuitivo a nuestra sabiduría interior. El objetivo principal del trabajo con las cartas es siempre lograr una mayor confianza en la percepción de nuestra realidad interior, aprender a escuchar la voz de nuestro corazón y descubrir nuestra propia guía interior. Debemos dirigirnos al Tarot como a un sabio consejero en cuestiones importantes, concentrados, barajarando con cuidado y en silencio. La forma de plantear las preguntas al Tarot influye en la calidad de las respuestas. Debemos también comprobar hasta qué punto estamos preparados, en nuestro fuero interno, para seguir sus consejos. Si se hace caso omiso de mensajes importantes reiteradamente o se hace un uso incorrecto de las cartas, éstas enseguida dejan de dar respuestas claras. Pistas para consultas sobre el presente: "¿Qué aspecto tiene mi realidad interior actualmente?" "¿Qué influencias específicas me están afectando aquí y ahora?" "¿Cómo debería comportarme ahora?" Pistas para consultas sobre el pasado: "¿A qué me estoy aferrando?" "¿De qué debería desprenderme ahora?" "¿Qué tenía que aprender en ese momento?" Pistas para consultas sobre relaciones: "¿Qué significa la relación con esta persona?" "¿Qué actitud tiene esta persona hacia mi?"